Cuando veo que se analiza la acción del SAT en los supermercados me encuentro con muchas voces que, para criticar tal comportamiento, se basan en la ilegalidad de la operación. Suelen decir: “es un acto ilegal, y como tal es reprochable”, o “han incumplido la ley y por lo tanto son delincuentes”, o también “nadie puede infringir la ley por ningún motivo”. Pues bien, quiero dejar constancia que criticar un comportamiento porque atenta contra las leyes de un país es un argumento absurdo e inconsistente. Recordemos que las leyes no son producto de ninguna divinidad celestial, sino que son elaboradas por grupos de seres humanos y que están en continua transformación, además de diferir unas de otras dependiendo del lugar del planeta en el que uno se encuentre. Desde los albores de la civilización las leyes han sido modificadas una y otra vez y así seguirá ocurriendo mientras exista la especie humana.
Galileo también era un delincuente porque infringía las leyes de la Iglesia Católica del siglo XVII. Las personas que luchaban por la liberación de los esclavos en EEUU también eran delincuentes. También los que luchaban por los derechos de las mujeres. También los que luchaban contra el apartheid en Sudáfrica, o los que protegían a judíos en la Alemania nazi. Son delincuentes los manifestantes españoles que se oponen pacíficamente a las autoridades policiales. Lo son también quienes intentan erradicar la práctica de la ablación en muchas regiones africanas. Una ley no tiene por qué ser justa ni moral. Y los comportamientos que atentan contra las leyes tampoco tienen por qué ser inmorales o denunciables éticamente. Eso hay que tenerlo muy en cuenta. Además, no podemos perder de vista que en muchos de estos actos insumisos está la semilla que con el tiempo termina logrando que esas leyes cambien y se adapten a las necesidades de la sociedad.
No es riguroso ni adecuado juzgar un comportamiento recurriendo a la legalidad vigente. Para criticar una actuación determinada hay que recurrir a otro tipo de consideraciones que van mucho más allá de lo que viene recogido en un papel redactado -al fin y al cabo- por un selecto grupo de personas.
Vamos por pasos. Si un grupo de jornaleros decidió entrar en un supermercado y llevarse alimentos sin pagar para repartirlos entre los más necesitados es porque algo serio pasa. Eso no se hace por gusto. Y efectivamente, algo muy grave está pasando en nuestro país: más de diez millones y medio de personas en España, un 22% de la población, están en situación o riesgo de pobreza y exclusión social. 580.000 familias no tuvieron ningún tipo de ingreso económico. El 24,1 % de los niños y niñas en España está en riesgo de pobreza. Entre 2009 y 2011 aumentó en más del 50% el número de personas que en España recurren a los comedores sociales para alimentarse. Sin ir más lejos, Cáritas llegó a atender a cerca de 1,5 millones de personas en el año 2010 en España, una cifra un 20% superior a la registrada en el año anterior.
Los datos no dejan lugar a dudas: buena parte de la sociedad española se está empobreciendo a ritmos acelerados y la tendencia es muy preocupante. El número de personas que necesitan acudir a los comedores sociales no deja de aumentar y está desbordando a las ONG que dan este tipo de servicios.
Pero al mismo tiempo vemos que en nuestro país hay personas muy ricas que siguen viviendo con todo tipo de lujos. Mientras una quinta parte de la población está en riesgo de pobreza, el 10% de las familias más ricas de España posee el 58% de toda la propiedad existente en el país. La desigualdad en nuestro país es escandalosa y no deja de aumentar: la distancia correspondiente al 20 por ciento más rico de la población y al 20 por ciento más pobre pasó de un valor de 5,3 en 2007 a otro de 6,9 al término de 2010.
Frente a estos hechos un estado democrático y de derecho como se supone que es el nuestro debería actuar inmediatamente y cualquiera que sea la forma para paliar esta desastrosa situación. Así rezan los principios democráticos y así viene recogido en el artículo 128.1 de la Constitución Española:
Artículo 128.–
1. Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general.
Es cierto que el término “interés general” no deja muy claro a qué se está haciendo referencia. No obstante, parece evidente que dentro de ese interés general hay que incluir a esa quinta parte de la población que actualmente se encuentra en riesgo de pobreza. Para el que tenga alguna duda sobre esto le vendrá bien leer también los artículos 25.1 y 22 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos:
Artículo 25.-
- Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios.
Artículo 22.-
Toda persona (…) tiene derecho a la seguridad social, y a obtener, (…) habida cuenta de la organización y los recursos de cada Estado, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad.
En otras palabras: mientras haya recursos suficientes y disponibles se debe conseguir un nivel de vida adecuado y digno a toda la población. Éste es un principio universal de todo ser humano. En España recursos para redistribuir hay, como observamos en la pirámide de distribución de renta y riqueza. Y también hay personas que no alcanzan esos derechos económicos básicos. De lo que se deduce que el gobierno español debería haber puesto hace tiempo en funcionamiento mecanismos eficaces que distribuyeran más renta y riqueza hacia los sectores más desprotegidos y más empobrecidos. Siempre lo ha hecho, pues es un principio fundamental del Estado del Bienestar. Pero ahora lo hace en menor cuantía, y de lo que se trata es que potencie esos instrumentos de redistribución de la renta y riqueza para permitir un nivel de vida digno a todos los ciudadanos. Vivimos en un país desarrollado que, aunque actualmente esté atravesando una grave crisis, sigue contando con recursos suficientes para satisfacer las necesidades más básicas de toda su población.
¿Esto qué quiere decir? Pues sencillamente que el Estado español está fallando en este cometido. Debería resolver esta desgraciada situación de desigualdad económica recurriendo a cualquier mecanismo institucional del que disponga (y son muchos). En efecto, éste no es un problema que deba ser resuelto por un pequeño grupo de jornaleros. Éste es un problema que debe ser resuelto por el gobierno elegido por el pueblo para, entre otras cosas, procurar unas cotas mínimas de bienestar económico a todos los ciudadanos.
Por lo tanto -incluso sin tener en cuenta cuestiones legales por carecer de solidez argumental- la forma con la que el SAT actuó el pasado martes es a todas luces la menos apropiada, pero es a lo que obligan las circunstancias actuales. Lo que debería hacer el gobierno de una forma organizada, legal y armoniosa se ha hecho a pequeña escala de una forma desorganizada, ilegal y turbulenta. Pero la raíz del problema es que el gobierno está fallando en sus funciones. Si realmente se luchara contra la pobreza desde las instituciones estatales (que es para lo que en parte están diseñadas), no haría falta que ningún jornalero asaltara un supermercado para repartir alimentos a los más pobres. Teniendo en cuenta esto, no me parece inmoral reducir una pequeñísima parte de los beneficios de los supermercados si con eso se está aliviando el problema de la alimentación a sectores muy indefensos y necesitados. Por eso apoyo la actuación del SAT, y por eso denuncio al gobierno español por no realizar las labores que un estado verdaderamente democrático merece.
Algunas consideraciones sobre la actuación del Sindicato Andaluz de Trabajadores en los supermercados,
Has expresado lo que muchos, estoy segura, pensamos y no sabemos contarlo como tu.
RT @edugaresp: Mi opinión sobre la actuación del SAT en los supermercados: http://t.co/SEmDmx12
Genial artículo:Algunas consideraciones sobre la actuación del SAT-Eduardo Garzón http://t.co/rPcX6ruX
Me parece un buen discurso pero no por ello lo considero del todo razonable. Te hago la siguiente cuestión ¿ te gustaría que una familia asltara tu casa a robar por falta de recursos?¿crees que si es por falta de recursos es la ley la que falla? El fin no justifica los medios. Creo que el país tampoco puede convertirse en un descontrol y un caos. Robar es robar y objetivamente está mal, y creo que eso lo recoge las leyes de cualquier país desarrollado. Compararlo con la Alemania nazi me parece un poco exagerado la verdad. Hablar de »expropiar bienes comunes» suena a ideologías pasadas que han demostrado no funcionar en la prática, sólo hay que pensar en que el comunismo no ha funcionado historicamente, y que finalmente también han cometido abuso de poder. Y por otro lado, los sindicatos precisamente en estos momentos no cuentan demasiado con el apoyo de la población, y el ciudadano no cree en ellos tras haber estado muchos años callados. Además suelen gozar de buenos privilegios, buenos sueldos, y estoy seguro que con sus sueldos podrían haber comprado dichos carros para donarlos a la beneficiencia, porque precisamente los sindicalistas pobres no son. Hay que fomentar la caridad y las ayudas de la gente, no forzar situaciones incómodas, me dirás tu la culpa que tenían las pobres cajeras que se limitaban a hacer su trabajo. Y creo que en este sentido la mayoría de la población, sea de la ideología que sea, no está de acuerdo con esta actuación del SAT, al igual que está descontento con los dos grandes partidos. IU apoyando estos actos, plantea dudas sobre si es una alternativa seria a los dos grandes partidos.
Con permiso voy a rebatir estos argumentos, ya que los considero absurdos :
– no se puede comparar «asaltar» con apropiarse de un bien.
– «asaltar» una casa, no es lo mismo que «asaltar» una empresa. si alguien viene a mi casa, y puedo ayudar, ayudaré. y creo que la mayoría de gente lo haría.
– yo también creo que el país no puede caer en el descontrol y en el caos : el gobierno los produce de una forma nunca vista, y no nos permite mantener el orden que queremos o necesitamos, ya sea a través de la representación o a través de la autogestión. no tenemos el control sobre los medios de producción, simplemente trabajamos en ellos y otras personas se quedan TODOS los beneficios, reduciéndonos a una esclavitud equivalente a la de las plantaciones hace unos siglos…
– las ideologías pasadas que no funcionaron, fueron desvirtuadas e infectadas por gente que tenía ambiciones de poder y las convirtió en «otra cosa». todos recordamos el stalinismo, por ejemplo. pero las ideologías en si, son mayormente bienintencionadas, aunque las personas bienintencionadas sean corrompibles en ocasiones.
– El hecho de que los sindicalistas involucrados en estos actos tengan un sueldo es irrelevante : el objetivo era llamar la atención de la gente. Era un acto de protesta simbólico.
– La famosa escena de la cajera intentando impedir que pasaran los carros, desde mi irrelevante punto de vista, sólo es una muestra de lo manipulados que estamos. Defendemos lo indefendible porque hemos sido condicionados a hacerlo. Si se realizara una acción de este tipo en mi empresa, probablemente no intervendría ni intentaría impedirla, por el hecho simple de que, aun trabajando, no llego a fin de mes, con lo cual no creo en la empresa en la que trabajo. para ellos, soy un número, alguien sustituible. Si no les importo, por qué me van a importar ellos a mi?
– No hay en la actualidad ningún partido político capaz de sublevarse contra la euroesclavitud. El discurso ideológico de IU es el de mayor coherencia, pero no van a evitar lo que está pasando, de la misma forma que el PP$O€ tampoco lo ha hecho. el problema no es político, es económico y social, y la única forma de la que vamos a dejar de ser esclavos (y encima voluntariamente!) es primero informándonos, luego desarrollando nuestra ideología individualmente, y luego autoorganizarnos para ignorar tanto al (gobierno/empresas/bancos centrales), como el (gobierno/empresas/bancos centrales) a nosotros.
la pregunta es, ¿quién necesita a quién?
RT @SantosChiches: «Criticar comportamiento porque atenta contra las leyes de un país es un argumento absurdo e inconsistente» http://t.co/KSIzAFnx @edugaresp
Chapó al artículo de @edugaresp sobre la actuación del SAT http://t.co/5l1rCylI
Muy interesante, ya que te ayuda a tener una visión más rica a la hora de debatir y aclarar las cosas con todos esos que están haciendo grandes esfuerzos en criminalizar esos sucesos.
Buena argumentación, auqnue le pongo unos cuantos peros en cuanto a conceptos, Eduardo, y es que la iniciativa del SAT no fue ningún asalto. Se entró por la puerta como si nada, se llenaron los carros como cualquier persona que va a comprar, y se intentaron sacar sin pasar por caja, para cambiarlos de unas manos (las del supermercado) a otras (personas que están en la miseria), en un claro acto de justicia social. Eso a todas luces no constituye delito alguno. Vayámonos al Código Penal y hallaremos sorpresitas muy interesantes. Si no hay lucro, no hay delito. Así de simple. Y me reitero, no fue ningún asalto, fue un acto de desobediencia civil enfocado desde la perspectiva que magníficamente has explicado. Un saludo!!
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Un artículo muy interesante que llama a la reflexión. No entiendo como todavía hay personas que le siguen dando más importancia al hecho que al fin. El SAT entró por la puerta como tantos miles que acudimos diariamente hacer nuestras compras y el marcharse sin pagar fue claramente un acto de rebeldía. Atreviéndose con valentía a realizar una denuncia pública hacia las grandes superficies, que se enriquecen (con formas poco éticas) acosta del prójimo, mientras que hay familias que no pueden ni comer y al estado por permitirlo. Personalmente no considero que ni Mercadona ni Carrefour sean “mi hogar”. Espero de corazón que se siga luchando por aquellos que menos tienen.
Os escudáis en el artículo 128 de la Constitución para decir esto: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=137445
La Constitución es producto de la lucha de clases y por tanto tiene partes contradictorias. Lo mismo se puede decir de otros tratados de leyes como las clásicas leyes de las 12 Tablas de la República romana
No estoy de acuerdo con tu artículo, Alberto. El SAT perfectamente podría haber contactado con el Banco de Alimentos de Sevilla incluso con la propia Mercadona y les habrían dado los alimentos. Dejando de lado que para justificar una acción que no tiene justificación te tienes que inventar una situación que sabes que no existe. En la actualidad tú puedes llenar la cesta de la compra por unos 50 euros sin tener necesiad de asaltar supermercados. Otra cosa es que en la mente delirante de un sector de la izquierda les encantaría ver que esa situación es real: niños famélicos con las costillas visibles, madres sin leche en sus pechos, hombres con la mirada aturdida muertos de hambre… Esa no es la situación. No porque España funcione muy bien -que no es el caso, como demuestran tus cifras- sino porque la propia estructura económica de un país desarrollado como la España del siglo XXI lo impide (cosa que no sucedía en la primera mitad del siglo XX, donde literalmente los niños moría de inanición). No podemos justificar el comportamiento de Sanchez Gordillo precisamente porque la clase obrera no robamos: roban los bancos. Eso nos exige tener un comportamiento intachable y más cuando se es miembro del Parlamento Andaluz y formas parte del partido que gobierna en coalición. Sanchez Gordillo ha utilizado la cuestión de la pobreza como forma de propaganda, lo que para mí -como izquierdista- es peor. Tratar de buscar una justificación en una supuesta situación de hambruna es falsear la realidad. Y el resto de tus planteamientos son pura demagogia (y lo sabes).
Al referirte a Alberto entiendo que has confundido la autoría del artículo, que no corresponde a ningún Alberto sino a mí: Eduardo.
Con respecto a lo que comentas, en primer lugar eso que dices de pedir por favor a Mercadona que done los alimentos denota que no conoces la política empresarial de esa empresa. Nunca dona alimentos; siempre los tira a la basura porque es más rentable http://granadaempresarial.com/mercadona-tira-la-comida/
En segundo lugar, no es necesario que la gente se esté literalmente muriendo de hambre para considerar que lo están pasando verdaderamente mal. Precisamente por vivir en un estado desarrollado tenemos la capacidad de permitir que todos los ciudadanos puedan vivir en condiciones dignas. Y eso no implica solamente no morirse de hambre, sino no tener que acudir día tras día a una organización no gubernamental a pedir comida, entre otras cosas.
La clase obrera robará lo que se le haya robado anteriormente. No podemos olvidar que la sola privatización de los medios de producción (como la tierra) es ya un robo a todos aquellos cohabitantes que no disfruten de su propiedad. Además esto de «robar» es un tema complicado: si uno se pone a pensar, los de izquierda fuimos los que impulsamos el Estado del Bienestar, que para muchos no es más que robar a través de los impuestos a los más ricos y aprovecharlo para redistribuirlo entre los más pobres. Si eso para la gente es robar, entonces los de izquierda robamos y a mucha honra. Pero es un juego de palabras: en realidad robamos lo que nos robaron anteriormente, pues nadie se hace rico sin aprovecharse de recursos y medios que nos corresponden por lógica al resto y de los que se apropiaron hace ya tanto tiempo mediante la fuerza opresora (institucional y también física).
Cunado digo «puedes llenar la cesta de la compra por 50 euros» hablo mensualmente. En la actualidad, puedes llenar la cesta de la compra mensual con artículos de primera necesidad por 50 euros.
Las consideraciones del autor me parecen muy pertinentes, no obstante lo que repudio en la acción del SAT es la violencia con la que se lleva a cabo, aunque sólo estemos hablando de violencia verbal, amenazas veladas o hasta un pequeño empujón.
No, lo siento. La violencia deslegitima a quien la practica, en el nivel que sea. La paz siempre es el camino.
Si bien es cierto que el famoso empujón estuvo fuera de lugar, apoyo la acción del SAT completamente y digo por qué. La política de la empresa nos hace decaer los animos a muchos de nosotros. Lo digo con conocimiento de causa pues trabajo en Mercadona. Dejando a un lado los abusos en los horarios, la obligación de vender los productos en oferta porque sino te pueden despedir, las horas extra que te devuelven como horas normales, etc, etc No os podéis imaginar la cantidad de comida que se tira al final del día. En mi tienda, varios carros de pan y bollería siempre, uno de carne y de pescado, y dos de fruta. Los trabajadores nos miramos con pena porque tirarlos son «las ordenes que tenemos», pero nos da una pena terrible tener que hacerlo sabiendo que el género esta bien. Además y a titulo personal me parece muy egoista. Es cierto que muchos dicen que se hace porque si esta en mal estado y la persona que rebusca en la basura se intoxica puede denunciar a la empresa. Pero eso es una excusa, Cruz Roja por ejemplo tiene convenios y se lleva y revisa lo que esta bien, luego lo dona. Pero Mercadona no tiene ningún tipo de convenio y en mi tienda en particular el genero no solo se tira al contenedor sino que éste se deja dentro de las instalaciones. Posteriormente viene el basurero, que tiene una llave del sitio reservado a la basura y se lo lleva para que la gente no coja nada de restos. Esa comida podría paliar el hambre de muchas familias que no llegan a fin de mes pero no, Mercadona prefiere tirarlo. Por eso apoyo la acción del SAT.
Buenas noches.
Admito todas sus consideraciones respecto del SAT, pero creo que hay otras formas mas «productivas» de actuar.
Queramos o no, la actuación del SAT le da en la «pepitilla del gusto» a la demagoga derecha española.
Creo que todos los que el sistema ha «centrifugado» deben AYUDADOS POR GENTE COMO LA DE SAT, a organizarse de forma «más productiva». Veamos:
1º) ¿Es cierto que a los productores del sectro primario y buena parte del secundario, los están «chuleando» las grandes distribuidoras (Mercadona incluída) pagándoles UNA MISERIA por sus productos?
2º) ¿Es cierto que hay mucho paro y -por ende- mucha gente «mano sobre mano»?
3º) ¿Es posible conjugar estos dos factores?
Es posible y productivo: El SAT debe organizar a los parados, debe ponerlos en contacto con los productores de comida y DEBE ORGANIZAR UNA DISTRIBUCIÓN SOCIAL Y PARALELA SIN PASAR POR MERCADONA (ni siquiera por la puerta)
Creo que eso preocuparía más a los hipócritas y demagogos de la derecha, que el asalto decimonónico al súper.
Un saludo.
Jano