¿Cómo es posible que Montoro haya decidido intervenir las cuentas de un ayuntamiento que tiene más de 1.000 millones de superávit y que ha reducido la deuda un 40% en apenas dos años? Lo lógico en principio es pensar que una intervención de las cuentas tiene sentido cuando su administración responsable tiene problemas económicos, pero no es el caso del Ayuntamiento de Madrid. ¿Entonces?
La explicación oficial del Ministerio radica en que el Ayuntamiento de Madrid, aunque tenga superávit y reduzca deuda, incumple la Regla de Gasto. Esta Regla nació en 2012 con la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera (LOEPSF) -que es el desarrollo del reformado artículo 135 de la Constitución Española- y su razón de ser es limitar la cantidad de gasto que puede registrar una administración pública. Ese límite no tiene nada que ver con los ingresos (como podría parecer lógico, para no gastar más de lo que se ingresa), sino que queda fijado en función del crecimiento estimado de la economía española (la estimación la realiza el Ministerio y, por cierto, raramente acierta con ella). Por lo tanto, esta Regla suele provocar que el gasto de las administraciones sea menor que los ingresos, para que así quede suficiente dinero sin gastar, engrose el superávit y pueda ser utilizado para pagar deuda a los bancos. Ése es el objetivo de la Regla de Gasto (recordemos, hija del artículo 135 de la Constitución): priorizar el pago de la deuda frente a cualquier otro tipo de gasto público.
Por lo tanto, lo que el Ministerio está criticando del Ayuntamiento de Madrid no es que tenga las cuentas saneadas (que a todas luces las tiene), sino que haya incrementando tanto la inversión y el gasto social y provocado por lo tanto una notable reducción del superávit y del dinero que se paga a la banca. Pero es que en esto consistía el proyecto económico que Ahora Madrid recogía en su programa electoral y que está aplicando exitosamente: priorizar -a diferencia de lo que ocurría con gobiernos del PP- la gestión honesta y eficaz de los recursos públicos con el objetivo de maximizar el bienestar de la ciudadanía madrileña. Poner la economía al servicio de la gente y no de los bancos. Para ello es preciso utilizar el dinero del Ayuntamiento en aras de incrementar las inversiones y el gasto social, que en sólo dos años han crecido un 102% y un 74%, respectivamente. Evidentemente, todo ese dinero que se utiliza en mejorar la ciudad es dinero que dejas de tener en la cuenta bancaria, que dejas de utilizar para engrosar el superávit y que dejas de utilizar para pagar deuda a los bancos.
Pero lo cierto es que el Ayuntamiento de Madrid no es la única administración que incumple esta particular regla. De hecho, la administración de cuyas cuentas es responsable el ministro Montoro, la administración central, ha incumplido sistemáticamente esta regla (con la excepción de 2016, y debido a un cambio de metodología). Lo mismo ocurre con muchas comunidades autónomas y otros muchos ayuntamientos. Entonces, ¿por qué esa evidente obsesión del Ministerio con Madrid, que le ha llevado por primera vez en la historia a intervenir las cuentas de un ayuntamiento por este motivo?
Muy fácil: porque el superávit del Ayuntamiento de Madrid es el más voluminoso de todos y es el que más necesita Montoro para presentar unas cuentas bonitas en Bruselas.
La clave es que cuanto más superávit tenga el Ayuntamiento de Madrid, más déficit público puede tener la administración central que gestiona Montoro. Esto es así porque Bruselas no mira las cuentas de cada una de las administraciones sino que mira las cuentas del conjunto de ellas. El superávit de Madrid sirve para maquillar las maltrechas cuentas de Montoro, y por eso éste se niega a que el Ayuntamiento de la capital reduzca su superávit para invertir en infraestructuras o incrementar la inversión social. Es decir, no se trata de un castigo al Ayuntamiento por no manejar bien sus cuentas, sino que es una maniobra para aprovecharse del superávit de la capital. Montoro puede permitir que un pequeño ayuntamiento se salte la Regla de Gasto y pierda algunos millones de superávit, pero no puede permitir perder los casi 1.000 millones de euros de Madrid. Sobre todo porque permitirlo podría hacer que el ejemplo de Madrid fuese imitado por tantas otras administraciones, ¡y es que el conjunto de las corporaciones locales registra un superávit superior a los 7.000 millones de euros que Montoro necesita como el comer!
Ni que decir tiene, además, que en todo este movimiento también hay una cuestión política de enorme calado: el Ministerio está encantado de poner palos en las ruedas a un ayuntamiento que está demostrando que hay alternativas a las políticas de austeridad. El gobierno de Ahora Madrid ha puesto ya de manifiesto que se pueden sanear las cuentas al mismo tiempo que pones la economía al servicio de la mayoría social y no de los bancos. Los fanáticos de la austeridad, entre los que se encuentra Montoro, no pueden permitir que este ejemplo triunfe y se difunda, y por eso están tratando por todos los medios que su proyecto político no prospere.
Pero el Ministerio se ha extralimitado en sus competencias, y es lo que el gobierno de Ahora Madrid está utilizando en los tribunales para defenderse de los ataques políticos de Montoro. Resulta que -tal y como explica la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, AIReF- la Regla de Gasto española es mucho más restrictiva que la Regla de Gasto de la Unión Europea porque ésta se aplica sobre el conjunto de las administraciones y no sobre cada una de ellas y además ni siquiera es de obligado cumplimiento. Pero es que hay más: el Ministerio está realizando una interpretación de la Regla de Gasto que no viene recogida en la legislación que fue aprobada en el Congreso de los Diputados, sino que se apoya en una orden ministerial que no tiene carácter normativo y que excede los criterios que la ley establece para la Regla de Gasto. Es decir, que existe una discrepancia de interpretación de la Regla de Gasto entre el Ministerio y el Ayuntamiento que tendrán que dirimir los tribunales.
Veremos en qué acaba la cosa.
El verdadero motivo que lleva a Montoro a intervenir las cuentas del Ayuntamiento de Madrid,
No tengo ningún interés en hacer de abogado del Diablo, pero sí que me gustaría aclarar una cuestión: en los medios más abiertamente hostiles al gobierno de Ahora Madrid, se ha dicho que buena parte del superávit corresponde a partidas presupuestarias no ejecutadas (y, por lo tanto, a compromisos adquiridos no puestos en marcha). ¿Hay algo de verdad en eso o es pura intoxicación? Y, si hay algo de cierto, ¿tiene alguna explicación?
¡Gracias!
Hay una parte de verdad porque siempre se quedan a final de año partidas presupuestarias sin ejecutar al 100% y eso incrementa per se el superávit. La diferencia con lo que ocurría años anteriores es que nosotros hemos incrementado muchísimo determinadas partidas presupuestarias (como inversión y gasto social) y evidentemente es más difícil ejecutarlas al 100% (igual que llenar una piscina es más difícil que llenar una bañera). Pero la ejecución en términos de euros (o litros de agua utilizando el ejemplo) es muchísimo más alta que en años anteriores. Los datos de 2016 los puedes ver aquí http://eduardogarzon.net/primeros-presupuestos-ejecutados-por-ahora-madrid-record-historico-en-inversiones-y-gasto-social/
y los datos hasta tercer trimestre de 2017 te los resumo aquí:
En los nueve primeros meses de 2017 la inversión social realizada ha alcanzado los 369,7 millones de euros, un 14,5% más que la ejecutada en el mismo periodo del año anterior, que ya había alcanzado niveles superiores a años anteriores.
La inversión social por habitante ha sido de 117 euros por persona, es decir, 15 euros por persona más que en 2016, y casi 20 euros por persona más que en años anteriores.
La partida ejecutada más cuantiosa es la destinada a personas mayores (150,9 millones) que ha aumentado un 22,6% con respecto al mismo periodo del año pasado, seguida de la inversión en vivienda (76,9) -que ha aumentando un 32,9%-, inversión asistencial (80,3) e inversión en educación (50). Los datos demuestran, sin ningún género de dudas, que los presupuestos del gobierno actual son claramente de carácter social.
En cuanto a la inversión en infraestructuras, la ejecución ha alcanzado los 220,6 millones de euros, un 185% más que la inversión ejecutada en el mismo periodo del año anterior, que ya había alcanzado niveles superiores a años anteriores. Y todo ello a pesar de haber tenido un presupuesto prorrogado durante casi dos meses.
La inversión por habitante ha alcanzado los 69,3 euros por persona, mientras que en los cinco años anteriores se situó entre 24 y 40 euros por persona. Además, mientras que en años de gobierno del PP el grueso de las inversiones se dirigían a compras de terrenos, edificios y a grandes obras de construcción, ahora casi el 70% de la inversión está asociada al funcionamiento de los servicios públicos actuales.
Siendo unos números muy positivos, nos gustaría que fueran mejores, pero hay inconvenientes importantes: Montoro no nos deja contratar nuevo personal debido a la limitada tasa de reposición y sin nuevo personal es más complicado ejecutar más. También es importante tener en cuenta que el Ayuntamiento de Madrid tiene una maquinaria compleja que no está acostumbrada a ejecutar tanto presupuesto y no es fácil cambiar toda la logística de la noche a la mañana.
Muchas gracias, Eduardo.
A ver si soy capaz de hacerme entender.
1) Sobre el artículo anterior: Si el crecimiento de la economía lo estiman en, v.gr., en 2’7%, ¿cómo se traslada al gasto del Ayuntamiento, sobre qué cantidad se aplica?
Ya que estoy, aprovecho:
2) Ganaríamos si en las conferencias, charlas, etc. que subís, en vez de micrófonos de (ambiente) mesa, fueran bucales, esos que se sostienen sobre la cabeza o las orejas.
3) Voy al asunto que me trae: Un librito que visualizara el sistema monetario capitalista (mejor incluyendo el sistema fiscal: ingresos y gastos públicos …). Veamos: si el sistema capitalista es un sistema, ¿cuáles son sus objetivos? Muéstranos cómo los consigue, preséntanos un esquema, un flujograma que de visibilidad a cada uno de sus elemento claves en el ejercicio de sus funciones y finalidades, así cómo a sus diferentes reglas de funcionamiento y mostrándonos el papel que desempeñan para el cumplimiento de los objetivos que el sistema persigue, de manera que nos muestre el flujo del circuito monetario y nos explique, nos haga ver la dirección que lleva, a los bolsillos a los que va, a cómo el 1% más rico tiene tanto dinero como el 99% restante.
Explicítanos el marco: sus reglas y principios de funcionamiento. Que comprendamos la finalidad que tiene la prohibición de monetización, la de no acudir al mercado primario, del déficit, la del gasto, la deuda, la inflación, el control salarial, la independencia del BCE, la libre circulación de capitales, los paraísos, etc., etc. Los agentes claves del sistema, BCE, el sistema bancario europeo, etc.
Explicítanos ese sistema que recapitaliza al capital, explicítanos, más allá de las causas que arguyen para transferir las decenas de miles de millones que se les han sacado a unos (los pobres) y entregado a otros (los ricos), la función de ladrón que tiene el sistema con el objetivo de enriquecer más a la plutocrácia.
Un pequeño manual en el que se nos muestre cómo funciona el sistema cleptocrático, el circuito del robo, sus reglas y las organizaciones e instituciones que lo llevan a cabo. Que deje patente que es un sistema (del conocimiento) para legitimar el robo de guante blanco, de la mafia del sistema, delpoder, el robo tecnocrático, el robo del neoliberalismo.