Artículo publicado en eldiario.es el 22 de julio de 2015
Desde el año 2010 hasta la actualidad Grecia ha recibido muchísimo dinero (262.060 millones de euros) por parte de las instituciones europeas y del Fondo Monetario Internacional (FMI), contando los dos rescates de 2010 y 2012 y también el préstamo de emergencia del pasado 20 de julio de 2015. Sin embargo, sólo el 10,3% de todo ese dinero (27.000 millones de euros) ha acabado en manos del Estado. El 89,7% restante no ha servido para cubrir el gasto público corriente (pensiones, sueldos, sanidad, etc.) sino que ha ido destinado a pagar a antiguos acreedores y a recapitalizar bancos.
Tal y como se puede ver en el gráfico adjunto, el 32,4% de todo el dinero recibido ha sido utilizado para pagar la deuda que se tenía contraída con bancos privados y con el Banco Central Europeo. Evidentemente ello no ha aliviado (ni aumentado) la deuda pública de Grecia, puesto que el único cambio es que el nuevo acreedor deja de ser un banco privado para pasar a ser una institución europea o el FMI. Los títulos de deuda (y por lo tanto el riesgo) cambian de manos privadas a públicas, pero la carga de la deuda se mantiene. Evidentemente, el Estado griego no pudo utilizar ese dinero para su operativa cotidiana.
Pero esos antiguos acreedores no prestaron su dinero por solidaridad, sino para hacer negocio. Para ello, cada año cobraban y siguen cobrando intereses, que son los beneficios que obtienen por haber prestado el dinero. Bien, pues el 15,7% de todo el dinero dado a Grecia ha sido empleado para pagar esos intereses de deuda a los acreedores. En este caso sí que se produce un aumento de la deuda pública, puesto que Grecia contrae una nueva deuda frente a las instituciones europeas y el FMI. Ni que decir tiene que ese dinero tampoco pudo ser empleado en gasto e inversiones públicas.
Dos años después de que el riesgo de tener deuda pública griega pasara progresivamente de manos privadas a manos públicas, se llevó a cabo un alivio de la deuda. Éste consistía en que de cada 100 euros que tenía que devolver el Estado griego sólo iba a devolver 47 euros. Es decir, el Estado griego compró por 47 euros muchos títulos de deuda valorados en 100 euros, y para ello necesitó utilizar mucho dinero. Todo ese dinero se lo facilitaron las instituciones europeas, y la cantidad supone un 17,5% de todas las ayudas recibidas hasta la fecha. Esa cantidad aumentó la deuda pública, y tampoco sirvió para el gasto e inversión estatal.
El Estado le compró muchos de esos títulos de deuda a los propios bancos griegos, que tuvieron que registrar importantes pérdidas (puesto que vendieron por 47 euros algo que habían comprado por 100). Para compensar esas pérdidas el Estado griego inyectó mucho dinero en ellos. Y ese dinero provenía de las instituciones europeas y el FMI en forma de préstamos, suponiendo un 18,6% de todas las ayudas recibidas. Es dinero que el Estado griego tampoco pudo utilizar para su actividad corriente, y que contribuyó a aumentar más la deuda pública.
Otro 5,7% de todo el dinero recibido fue utilizado para devolver la deuda que se había contraído frente al FMI y frente a fondos europeos de rescate(Mecanismo Europeo de Estabilidad y Fondo Europeo de Estabilidad Financiera). Dinero que aumentó la deuda pública y que no sirvió para gasto e inversiones del Estado.
Por último, el 10,3% restante también aumentó la deuda pública pero sí llegó a las manos del Estado, que utilizó esa cantidad para su operativa corriente (pago de sueldos, de pensiones, de educación, etc).
En conclusión, si bien es cierto que el Estado griego ha recibido muchísimo dinero por parte de Europa y del FMI, también es cierto que la mayoría del mismo sólo ha servido para 1) rescatar a bancos privados, tanto nacionales como internacionales, 2) contribuir al negocio bancario al pagar intereses, y 3) satisfacer pagos comprometidos con organismos internacionales; mientras que sólo una reducida proporción del 10,3% ha servido para llevar a cabo el gasto corriente del Estado griego.

El hundimiento de la bolsa griega, es un aviso del huracan que se puede iniciar de no cuadrar consensuadamente la arquitectura del €. Este hundimiento, se funda en el cuestionamiento realizado por la UE sobre la permanencia de Grecia en el €. Esa descapitalización de inversiones en la bolsa Griega, es un aviso de las inercias financieras que pueden abrirse en la zona €. La debilidad del €, significada en el cuestionamiento de permanencia, afecta a todos los socios del €.
Ahora mismo cobran fuerza alternativas rupturistas con la arquitectura €, planteando varias zonas €, o incluso la germanexit.
Antonio Sanabria plantea hoy en Diagonal, que el € fue respuesta a la fuga de capital para la Alemania de la unificación, y que no ha dado respuesta a dicha germano hegemonía, pero su tono es de atrapamiento.
Y es cierto, estamos atrapados, pero todos juntos, las condiciones temporales de la reunificación terminaron, y el mercado exterior alemán es dependiente del europeo.
Por tanto, una deconstrucción de la tortilla, como dice Sanabria no será posible, pero quizá si una reducción de tortilla, incluso incorporando nuevos elementos.
Debemos estar ojo avizor, porqué se están generando condiciones para la intervención de tiburones financieros, que podrían sacar pingües beneficios por desestabilizar países, e incluso lanzar operaciones al final del proceso contra el €. Recordar sólo una operación fallida, a iniciativa desde suelo norteamericano que apostaba por el rescate soberano de España.
Toda la zona €, incluido motor y vagones de cola, grandes y pequeños en volumen, podemos hacer un pan como unas ostias, tanto si mantenemos el actual quietismo austerico, como si rompemos la actual arquitectura sin consenso real, no formal.
De momento, la real imposición alemana abre la puerta a la convulsión futura, sea por el referéndum británico, u otros que pudieran anunciarse por ejemplo en Francia, país de la grandeur, ante la dominación humillante de Germania, por ejemplo. Los mercados juegan también a futuro, precipitándolo o haciéndolo factible, cual performance financiera. Cuidadin, cuidadin.
Saludos cordiales.
Si compro un tractor gracias a un crédito bancario y luego no puedo pagar el crédito y tú me prestas dinero para que el banco no se quede mi tractor me parecería tendencioso decir: «tu dinero no me ha llegado a mi! Sólo ha ido al banco! «. Habrá que hacer auditoría de la deuda en Grecia y muchas cosas más, pero decir que la ayuda financiera sólo ha ido a los bancos sin más… engañoso. Tienes más nivel que esto.