Artículo publicado originalmente en el número 43 de La Marea
La Renta Básica Incondicional (o Universal) es una medida consistente en que el Estado entrega una cuantía monetaria a todo ciudadano independientemente de su situación económica y personal. La propuesta más conocida –la que abanderan colectivos como el de Red Renta Básica– eleva a unos 650 euros mensuales aproximadamente ese ingreso que recibiría todo el mundo. Si sólo se lee hasta aquí uno tiende a pensar que efectivamente se trata de una prestación monetaria incondicional, es decir, que no impone condiciones o requisitos a la persona que la va a disfrutar (igual que ocurre con la sanidad o educación públicas gratuitas, que todo el mundo puede recibir estos servicios independientemente de su situación económica o personal). Sin embargo, los problemas empiezan cuando uno se pregunta lo siguiente: ¿de dónde sale el dinero para pagar esos 650 euros a todo el mundo?
Si ese dinero fuese de nueva creación (es decir, si se creara para inmediatamente entregarlo a los receptores de la Renta Básica Incondicional (RBI)) entonces sí que estaríamos hablando de una medida incondicional, pues sería igual para todo el mundo. Pero el problema es que los defensores de la RBI nunca piensan en esta posibilidad de financiación, sino que siempre proponen que se pague a través de una potente reforma fiscal que detraiga recursos de los ciudadanos más adinerados. Por lo tanto, el dinero que se entregaría para la RBI provendría de los bolsillos de una parte de la población, y es en este punto donde se pierde la incondicionalidad. Concretamente, la Red Renta Básica propone una reforma fiscal que perjudicaría, en términos generales, al 30% más rico y beneficiaría al 70% más pobre. Es decir, mientras el 70% de la población más pobre pasaría a recibir más dinero que antes de la aplicación de la reforma fiscal, el 30% más rico pasaría a recibir menos dinero.
En el gráfico se muestra lo que le queda de dinero hoy a cada persona tras pagar impuestos (línea de color turquesa) y el que le quedaría si se aplicase una RBI tal y como la propone la Red de Renta Básica (línea de color rosado), en función de sus ingresos mensuales. Como se puede observar, todos aquellos que ingresen menos de 1800 euros al mes (en torno al 70% más pobre de la población) se verían beneficiados por la RBI, mientras que los que ingresen más de esa cantidad (en torno al 30% más adinerado) se verían perjudicados. El dinero que perdería el 30% más rico es el dinero que ganaría el 70% más pobre.
Así las cosas, resulta imperativo hacernos la siguiente pregunta: ¿tras este tipo de reforma fiscal la RBI se puede considerar incondicional?
Evidentemente no, porque es condicional a la renta. Aunque la persona más rica de todas recibiese 650 euros del Estado, al mismo tiempo estaría pagando en impuestos muchísimo más de 650 euros, ergo esta persona se encontrará en peor situación económica tras ejecutarse la RBI. Al mismo tiempo, la persona más pobre del mundo no pagaría nada de impuestos pero recibiría una renta de 650 euros, mejorando por lo tanto su situación. Así las cosas, que uno acabe mejor o peor tras la ejecución de la RBI depende de la renta que ingrese, ¡ergo su situación económica final está condicionada a su renta! El 30% más rico saldrá perdiendo, y el 70% más pobre saldrá ganando. ¿Y a la medida que provoca eso se le considera independiente de la renta? Venga ya, seamos serios. La RBI no es una medida incondicional sino totalmente condicionada a la renta del receptor: si se encuentra en el 30% más rico de la población acabará peor que antes; si se encuentra en el 70% más pobre, acabará mejor.
Algunos podrían argumentar (muchos lo hacen) que la RBI en sí, como ingreso monetario de 650 euros, es plenamente incondicional porque lo recibe todo el mundo. Pero decir esto es hacerse trampas en el solitario porque de nada le sirve a una persona recibir 650 euros del Estado si luego le paga a éste, por ejemplo, 1.000 euros: el efecto neto (que es lo que importa) será negativo. ¿De qué le sirve a esta persona recibir 650 euros si no va a ver ninguno de esos euros porque va a pagar muchos más? Lo importante es cómo acabe el bolsillo de la persona, el resultado final después de contar tanto lo que ingresa como lo que paga. En otras palabras: lo importante no es si se recibe una RBI, es si se disfruta.
Tampoco resulta serio argumentar (muchos lo hacen) que la medida es incondicional alegando que en el hipotético caso de que un rico pasase a la capa de la población más pobre se vería beneficiado por la RBI, ya que este efecto es exactamente el mismo que produce una renta condicional cuyo requisito es estar por debajo de un determinado nivel de renta para poder cobrar la prestación monetaria. En consecuencia, seguiríamos hablando de una renta condicionada a la renta que uno tenga.
En definitiva, la RBI no tiene nada de incondicional por mucho que sus defensores lo repitan hasta la saciedad.
La Renta Básica Incondicional no es incondicional, digan lo que digan,
Es incondicional en el sentido de que no tienes que tener entrevistas con servicios sociales para que se aseguren de que eres pobre. Este análisis, bastante flojito, eh, eduardo?
Vale que no tienes que ir a servicios sociales para cumplir unos requisitos X, pero también es cierto que depende de tu nivel de vida, en definitiva por tu renta, y que por lo tanto no es igual para todo el mundo.
Más flojito que el tuyo de dos líneas no lo es, desde luego.
Según la definición que has dado, una renta mínima no universal que se gestionara a través de la declaración de la renta y no a través de entrevistas para demostrar que eres pobre sería también incondicional. Ergo no es ésa la característica que abanderan los defensores de la Renta Básica Universal, sino la de que es incondicional en el sentido de que no depende del sexo, raza, renta, etc. Y en este artículo expongo que aunque su entrega sea incondicional a la renta, su disfrute (que es lo importante) no lo es.
Me parece un debate etimológico sin interés. A nadie le importa el nombre de «universal» o «incondicional». Sino el hecho de que la transferencia monetaria no dependa de tu nivel de renta, qué implicaciones tiene a la hora de percibirlo, la libertad que daría (o no), los problemas inflacionarios (o no), las consecuencias a al hora de plantar cara al empresario y no aceptar malas condiciones, etc. En defnitiva, perdona si he sonado chulito o algo, pero sinceramente, me parece que has aportado mucho más en anteriores artículos, que por cierto sigo con mucha atención.
Es incondicional en cuanto a que no tiene condiciones para percibirla. Lo demás me parece marearnos con la semántica de forma completamente innecesaria. Es obvio que alguien tiene que pagar por la renta.
Si tu objetivo es compararla con otras ayudas, creo que es mejor ir al grano y hablar de eso directamente.
El mareo semántico me parece, más bien, que es hablar de que la incondicionalidad se refiere a la recepción de la renta y no a su disfrute, como siempre ocurre.
Imaginemos una renta que sólo se entregue a aquellas personas que conformasen el 70% más pobre de la población. Según la acepción convencional, esta renta sería condicional porque para recibirla tendrías que estar en un determinado estrato de la población. ¡Pero es que el efecto real sería exactamente el mismo que una renta básica universal como la que propone la Red Renta Básica! La podrán llamar incondicional, pero en la práctica no lo es y a la evidencia me remito. No me parece una cuestión semántica baladí; me parece importante, especialmente porque sus defensores suelen recurrir a la incondicionalidad como una de las mayores virtudes de la medida.
Mas o menos. En el ejemplo que pones, es necesario justificar tu situación como ‘pobre’ para recibir la renta, con los problemas que conlleva, como pueda ser el fraude de los que andan cerca del límite o la pérdida de dignidad.
Una renta tipo RBI es, de forma natural y sin baremos, proporcionalmente positiva (o negativa, si quieres incluir la recolección de impuestos ocasionada por la medida) en función de tu renta, sin necesidad de complicaciones administrativas, papeleos e historias, tal y como lo deberían ser los impuestos.
Si estás de acuerdo con unos impuestos en general proporcionales en función de la riqueza, ¿cuál es el problema de esta RBI?
A mi en particular las palabras que se utilicen para esta medida no me parecen importantes. Lo importante es si es mejor o peor que otras medidas (o ninguna medida)
No, no es en absoluto necesario justificar ser pobre en la renta no universal que he comentado. Bastaría con que, al presentar tu declaración de la renta, el Estado te aportase dinero si estuvieses por debajo del 70% o te restase dinero si estuvieses por encima del 70%. Nadie se enteraría ni nadie tendría que justificar nada. Exactamente lo mismo que ocurriría con una Renta Básica Universal financiada con reforma fiscal progresiva.
Yo ya argumenté que una RBI no tiene tan pocos costes de gestión como se suele decir: http://www.lamarea.com/2015/11/03/defensores-la-renta-basica-universal-bajad-al-mundo-real/ Y los costes que se pueden ahorrar se pueden ahorrar también con una renta no universal para quien lo necesite (como ocurre en otros países de Europa, por cierto).
La retórica que se utiliza para defender la RBU no se adapta a la realidad. Una RBU financiada con reforma fiscal progresiva tiene el mismo efecto que una renta no universal caracterizada por los elementos que acabo de comentar. Pero no suena tan grandilocuente, claro.
Caes es un error grande. No es que si estás en el 65% más pobre recibes la proporción correspondiente, eso es un impuesto negativo sobre la renta. La RBU da a todos la misma cantidad, y LUEGO se pagan las tasas correspondientes. De ahí que sea preventiva e incondicional.
Tienes razón Eduardo, ¿Cómo quieres que la llamemos? Lo que si va a ser incondicional es el bienestar que van a sentir los ricos cuando puedan relacionarse de igual a igual con sus congéneres. Nada de pobres, ladrones, o asesinos. Sólo seres humanos haciéndose la vida más humana, valga la no redundancia.
[…] La Renta Básica Incondicional no es incondicional, digan lo que digan […]
Con todo respeto Eduardo no estoy muy seguro de seguir correctamente el argumento, ¿acaso cuando se ofrecen servicios del estado de bienestar cómo la sanidad o la educación (y suponiendo que el sistema fiscal que los financia funcionase justamente y no hubiera excluidos), debiéramos decir entonces que son «condicionales» porque su financiación representa una redistribución de riqueza que perjudica a los más ricos y favorece al resto?
Claro que no. La sanidad y la educación son servicios que pueden ser disfrutados por todo el mundo, desde el más rico al más pobre. Eso no pasa con la renta básica universal. La diferencia aquí es que los contribuyentes pagan con dinero y reciben un servicio real, y en la renta básica universal pagan con dinero y reciben dinero, de forma que el resultado final puede ser negativo (salir perdiendo), algo que no puede ocurrir con la educación y la sanidad.
Disfrutar de la educación y sanidad pública no está condicionada a la renta. Disfrutar de la RBU, sí.
Los ricos también se benefician de la renta básica incondicional, sólo que no lo hacen a través de una renta directa a sus cuentas, sino a través de una sociedad más sana, con seguridad para hacer el mundo un lugar mejor, que no odia a los ricos por el hecho de serlo, que permite otras formas de organización social, investigación científica independiente, se beneficiarán de un ritmo mayor de automatización y por tanto mayor riqueza e innumerables formas que no soy capaz de vislumbrar.
La RBUI, es mejor para TODA la sociedad, pero además para el resto de especies del planeta, porque nos ayudará a consumir menos y más responsablemente.
http://autonomiaybienvivir.blogspot.com.es/2016/11/decrecimiento-inclusivo-el-reto-del.html?m=1
Gracias por tu respuesta, pensaré sobre ello.
Gracias por la aclaración.
Yo no llevaría la crítica sobre la incondicionalidad a ese terreno. Desde el punto de vista de la justicia productiva-distributiva me parece menor y de poco peso desde una perspectiva socialista. La incondicionalidad, que personalmente rechazo, se refiere principalmente a que sería un derecho subjetivo individual para toda la vida, sin contraprestación laboral. Es más se insiste en ello con un “aunque no quiera trabajar”. Establecer este principio moral puramente rentista (“ha dicho el padre prior que bajéis a trabajar a la huerta, que luego ya comeremos todos”) va contra una pedagogía que piense en un futuro de equidad social aportando trabajo y recibiendo sus frutos. Aunque ahora estemos en un capitalismo puro y duro, en el que podríamos decir que “todo vale”, sería un tremendo error ya desde ahora admitir moralmente esa incondicionalidad, pues se “educarían” en ella sectores importantes de la población, que quedarían maleados para incorporarse voluntariamente al futuro de justicia social citado. Yo no sé cómo ven realmente los teóricos de la RBUI a la juventud actual en la sociedad actual. Pero ingresarles automática y mensualmente, sin más, en su cuenta 650 euros a partir de los 18 años, sería echar a perder a muchos más de lo que nos podemos imaginar. Por otra parte tengo la impresión de que quienes la defienden han abandonado objetivos que eran el buque insignia de la clase trabajadora: el reparto del empleo, la reducción generalizada de jornada laboral a 35 horas, la eliminación de las horas extras, la jubilación a los 60 años… Frente a la alternativa de la RBUI, me parece mejor la del Trabajo Público Garantizado (combinado con una RGI como la vasca, para los períodos sin empleo).
[…] ¿Pero cómo se financia esto? Pues al igual que en el siglo pasado, de nuevo la clave está en la redistribución de la riqueza, lo que supondría una potente reforma fiscal que grave especialmente las rentas más altas y las no tan altas poniendo en marcha un nuevo sistema redistributivo similar al que se puso en los años 50 pero diferente. Aquí el economista Eduardo Garzón explica una de las vías para financiar esta renta. […]
[…] 5) La RB en la práctica no es incondicional. Los defensores de la RB proponen financiarla con una reforma fiscal progresiva de forma que el 20% más rico aproximadamente saldría perdiendo (pagaría la RB de todo el mundo) y el 80% más pobre saldría ganando. En estas condiciones se pierde la característica de incondicional, pues no todo el mundo disfrutaría la RB ni de la misma forma, sino que ello dependería del nivel de renta que se tuviese (los más ricos no disfrutarían la RB, los más pobres sí, y los situados en medio la disfrutarían pero en un nivel reducido). Es decir, en la práctica la RB funcionaría exactamente igual que una Renta Mínima dirigida al 80% de la población más pobre. Esta idea se desarrolla aquí. […]
[…] 5) La RB en la práctica no es incondicional. Los defensores de la RB proponen financiarla con una reforma fiscal progresiva de forma que el 20% más rico aproximadamente saldría perdiendo (pagaría la RB de todo el mundo) y el 80% más pobre saldría ganando. En estas condiciones se pierde la característica de incondicional, pues no todo el mundo disfrutaría la RB ni de la misma forma, sino que ello dependería del nivel de renta que se tuviese (los más ricos no disfrutarían la RB, los más pobres sí, y los situados en medio la disfrutarían pero en un nivel reducido). Es decir, en la práctica la RB funcionaría exactamente igual que una Renta Mínima dirigida al 80% de la población más pobre. Esta idea se desarrolla aquí. […]
Descubro hoy este interesante debate sobre la universalidad o no de la renta básica. Y si se me permite, diría que se produce porque se quieren mezclar cosas que deben permancer separadas.
La RB universal, es universal. (punto)
La propuesta de financiación de sus principales defensores -que por cierto no estaban en el debate de la Sexta del 11/2/17 para defenderla- es sólo una propuesta como puede haber otras mil.
Decir que como el resultado de la propuesta es que no convierte a todo el en 650€ al mes más rico la RBU no es universal, es un error conceptual de tal magnitud, que resulta triste que venga desde una visión de izquierdas, y que los beneficios se reduzcan a dinero desde esa misma óptica política.
Pretender a continuación poner en el mismo plano de universalidad una renta que se cobra «por existir» que otra que se cobra «por ser lo suficientemente pobre» es otro error de concepto colosal, por el simple hecho de que no se ha comprendido nada de lo que ha llevado al primer error.
Y pido ya perdón por mi vehemencia, porque sé que puede sonar mal lo que acabo de escribir, pero lo hago con el mayor aprecio a Eduardo Garzón y todos los que os sintáis interpelados por mi comentario.
La RBU no puede resolver todos los problemas que genera el paradigma capitalista. Pero el problema más gordo del capitalismo es que ni la gente de izquierdas llegue a ser capaz de razonar fuera de ese paradigma.
No conozco el hilo completo del blog, pero creo que la cuestión no debe ser «Condicional o Incondicional» creo que el debate se debe centrar en ¿porque y para que?
Incondicional si! debe ser, de manera que todo aquel que lo considere necesario lo pueda solicitar sin mas requisito que el de ciudadanía, pero por supuesto luego toca hacer la declaración de la renta.
Esta claro que el que gane 3.000€ mes le tocara pagar mas porcentual y proporcionalmente. posiblemente no le compense solicitar la RB.
Compañero Eduardo, sé que el tema es algo antiguo pero ya que en los tiempos que corren, pareciera como que lo antiguo y lo actual se funden y se confunden con demasiada frecuencia (con esta rimbombante frase quiero expresar que en estos días, más que nunca si es posible, hay que recabar información de nuestra «humanoteca», interpretarla y saber aplicarla a los días que nos ocupan) aprovecho para ver si es posible aclarar ciertos puntos de esta medida sociopolítica.
En Valencia, a día 28/04/2018, tomó vigor la Ley 19/2017, 20 Diciembre, aprobada por el presidente de le Generalitat Valenciana, Ximo Puig, llamada «Renta Valenciana de Inclusión».
Ésta, sin constituir una Renta Básica [RB] por definición como ustedes la denominan (puesto que: 1º.- No la cobra todo el mundo independientemente de su nivel de ingresos ; 2º.- No es una renta que a priori, se sufrague con un fuerte impuesto progresivo a las rentas más altas, sino que simple y llanamente «se establecerá a través de las partidas presupuestarias necesarias para atenderla económicamente, aprobadas en la Ley de Presupuestos de la Generalitat»), comparte (si se realiza una cobertura monetaria y no en especia) con su teoría el que las capas más desfavorecidas subirían su nivel de ingresos (y por ende, margen de maniobra para la vida en un sistema capitalista) de una forma nunca antes visto en la historia probablemente (no soy historiador, desde luego).
Hago notar que, personas con rentas mensuales por debajo de los 400 euros, deben de disponer de ayudas de supervivencia desde YA. Desde luego, estas ayudas deben de ir acompañadas de programas de empleabilidad que fomenten:
– Cuidados Humanos
– Cuidados Medioambientales
– Campos energéticos y de consumo sostenibles.
Siempre con campañas de formación y mejora contínua que enriquezcan no sólo al individuo de forma monetaria, sino a su vez de forma humana (entendiéndolo como ser colectivo).
Aun así, y con todo, me atemoriza el poder llegar a un escenario en el que un Estado pueda mantener unos niveles de vida mínimos para la población y, las empresas, teniendo los convenios colectivos (que son papel mojado renovación tras renovación) como única y ficticia barrera a hacer lo que se les venga en gana, aprovechen esta situación para evadir las responsabilidades de pago por el trabajo desde su esfera, privada, a la pública.
Le pregunto:
¿Que visión tiene al respecto de este tema: que la esfera privada pueda aprovechar esa «cobertura» para bajar salarios, subir los precios de los bienes de consumo básicos…?
¿Es factible la medida a largo plazo (la RBU), teniendo en cuenta el sistema de libre mercado en el que vivimos?
Perdón por la tochada, espero que lo lea y si le es posible que exponga su punto de vista.
Gracias por su esfuerzo (igual de mayúsculo que el de todxs esas personas que se esfuerzan día a día por conseguir un mundo más justo).
Cordiales saludos compañero.