Artículo escrito originalmente en el número 14 de La Marea
Desde que los países de la periferia europea comenzaron a sufrir en mayor grado que los países del centro las repercusiones de la crisis económica, los dirigentes europeos comenzaron a –digámoslo claramente– imponer una serie de políticas económicas sobre estos países del sur con la –al menos teórica– intención de reactivar sus economías. Una de estas recetas consiste en acometer una estrategia de devaluación interna. Es decir, los países del sur deben abaratar como sea los productos y servicios que venden en el extranjero, de forma que estos se hagan más atractivos y por lo tanto se puedan obtener mayores ingresos a través de su venta en el exterior.
Una de las formas habituales de conseguir ese objetivo es devaluando la moneda nacional, pues los compradores necesitarían menos monedas extranjeras para comprar la misma cantidad de monedas nacionales y por lo tanto les saldría más barato la operación. Pero como estos países (España, Portugal, Grecia, etc) no pueden depreciar su moneda nacional (el euro) porque ello es competencia del Banco Central Europeo, lo que proponen los dirigentes europeos es que reduzcan los salarios de los trabajadores. El razonamiento utilizado es el siguiente: si los empresarios pueden pagarle menos a sus trabajadores, podrán reducir el precio de los productos y servicios que venden sin menoscabo del beneficio que obtienen.
Sin embargo, este planteamiento adolece de importantes y numerosos errores en sus presupuestos teóricos, los cuales hacen que esta estrategia de devaluación salarial sea bastante inútil.
Los que defienden este tipo de propuestas siempre mencionan el caso alemán. Nos dicen que Alemania realizó en los primeros años de este siglo una serie de reformas que impidieron el ascenso de los salarios, y por eso logró aumentar tanto las ventas de productos en el extranjero. Esta moderación salarial efectivamente ocurrió, pero lo que nunca mencionan es que fundamentalmente se dio en el sector servicios, mientras que en la industria los salarios crecieron prácticamente al mismo ritmo que el resto de países europeos, incluyendo a España. Y esto es importante tenerlo en cuenta porque precisamente la mayor parte de productos que vende cualquier país son productos industriales.
De hecho, en la rama industrial de tecnología media-baja (compuesta por vehículos de motor, maquinaria y químicos) los salarios alemanes crecieron a un ritmo superior (3,5% cada año) al de los salarios españoles (3,2%) durante el período 1995-2007. Y precisamente los productos de esta rama conforman la mitad de todas las exportaciones industriales alemanas a la Unión Europea de los 28, además de que estas exportaciones han crecido a un fantástico ritmo del 7,4% cada año durante el mismo periodo citado.
Es decir, que los productos alemanes sean muy atractivos en el exterior no se debe a que las empresas que venden estos productos paguen poco (o cada vez menos) a sus trabajadores (como reza el mantra con el que nos castigan), sino a otra serie de factores característicos de estas empresas alemanas. Entre estos factores destaca la productividad, que nos habla de la cantidad total de productos que se fabrican por cada hora de trabajo. Por ejemplo, si una empresa alemana produce 10 bienes en una hora de trabajo y una empresa española produce sólo 5 bienes en una hora de trabajo, la empresa alemana tendrá el mismo coste salarial (lo que paga por hora de trabajo) para el doble de unidades producidas, con lo cual tendrá más margen para reducir el precio de cada producto fabricado. Como consecuencia, la empresa alemana podrá vender sus productos a precios más bajos que la española (pero sin tener que bajar o contener los salarios a sus trabajadores).
En efecto, la productividad de la industria alemana ha crecido al ritmo del 3,2% mientras que la productividad de la industria española ha crecido al 0,9%. Aquí encontramos un factor explicativo muy importante de por qué Alemania se ha hecho tan competitiva (y concretamente más competitiva que España).
Entre el resto de factores que explican que los productos sean más atractivos en el extranjero también se encuentra la calidad de los mismos, su componente tecnológico, las estrategias empresariales de marketing, el modelo de crecimiento de los países compradores, etc. En otras palabras: reducir los salarios no es ni la única ni la mejor forma de vender más productos en el exterior.
Sirva como ejemplo paradigmático de ello lo que está ocurriendo en España en la actualidad: mientras los salarios están disminuyendo a un ritmo notable, los productos españoles están incluso perdiendo atractivo en la Unión Europea. ¿Cómo es esto posible? Muy fácil. El razonamiento que utilizan los defensores de la devaluación salarial es que si los empresarios pueden pagarle menos a los trabajadores podrán también hacer descender el precio de los productos que venden sin menoscabo del beneficio que obtienen. Pero lo que nunca comentan estas mismas personas es que, aunque le pague menos a los trabajadores, el empresario puede no reducir el precio de sus productos. De esta forma el margen de beneficios aumentaría, que es un resultado muy goloso especialmente en periodos de recesión donde se producen menos ventas (debido en buena parte –hay que recordarlo– a las políticas de austeridad).
Pues desgraciadamente es esto lo que está ocurriendo en España: desde el segundo trimestre de 2009 hasta el tercer trimestre de 2013 los costes salariales se han reducido un 9%, mientras que el margen bruto de beneficios empresariales se ha elevado un 16%. El resultado evidente es que los precios de los productos no disminuyen sino que incluso aumentan en comparación con los productos de otros países, teniendo como consecuencia una pérdida de competitividad en el exterior.
Reducir y contener salarios no está sirviendo para exportar,
Estimado Eduardo, para la defensa de tu discurso, ¿me puedes indicar la fuente de la que extraes lo que sigue?
«el segundo trimestre de 2009 hasta el tercer trimestre de 2013 los costes salariales se han reducido un 9%, mientras que el margen bruto de beneficios empresariales se ha elevado un 16%.»
Agradecería que publicaras el link.
Saludos,
Atticus
Hola atticus, no he indicado fuente porque son cálculos del profesor Jorge Uxó, presentados en una conferencia en la Complutense el 29 de enero, cuyo documento de trabajo todavía no ha sido publicado por lo que no tengo forma de enlazar su origen. http://eventful.com/events/conferencia-el-mito-la-flexibilidad-salarial-y-el-ajuste-un-/E0-001-065396500-5
De todas formas ya sabes que hay muchas formas de calcular los costes salariales, y por lo tanto bastante margen para ensanchar un dato u otro. No obstante, creo que a nadie se le escapa que los datos ofrecidos por el informe del BBVA son un poco sospechosos teniendo en cuenta la reducción y contención generalizada de salarios desde el año 2009
Según el BBVA, los salarios se han apreciado un 0.7 (0.23 menos que en Europa) y los márgenes han subido un 0.46 (0.24 más que en Europa). Seguramente lo entienda yo mal. Lo saco de la Página 30 de http://www.bbvaresearch.com/KETD/fbin/mult/1402_Situacion_Espana_tcm346-423173.pdf?ts=1032014
Dices…: »reducir los salarios no es la única forma de vender más productos en el exterior».
……. Sí, evidente, otra forma sería reducir los beneficios empresariales, aumentar valor añadido… ¿Pero quién es capaz de OBLIGAR a eso?
Otra forma de hacerlo no es sólo reducir los beneficios empresariales. En el mismo artículo menciono algunas otras formas de aumentar la competitividad.
Un estudio no puede demostrar su fiabilidad si no demuestra la fiabilidad de los datos en los que se basa. Eurostat da datos armonizados según el Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo Nº 450/2003 de 27 de febrero de 2003, que establece un marco común para la elaboración, transmisión y evaluación de índices de costes laborales comparables.
Yo aún no he sido capaz, pero alguien capacitado debería «restregar» al Gobierno un estudio comparativo serio con las propias cifras de Eurostat. Hasta entonces, cada vez que hago comparativas, me atacan en el mismo sitio: «de dónde sacas esos márgenes. No son creíbles». Una pena.
Hola Eduardo, tengo una propuesta de modelo económico y fiscal. Sencillito. Trata de separarse de comunismo y capitalismo corrigiendo los efectos negativos detectados en ambos sistemas.
Me gustaría conocer si encuentras algún impedimento teórico o práctico insalvable. Saludos.
MODELO ECONÓMICO ORIENTADO A LA DESIGUALDAD ACEPTABLE
1. INTRODUCCIÓN.
El comunismo tiende a repartir de manera igualitaria los recursos disponibles. Los críticos con el comunismo suelen señalar que una sociedad que reparte de manera excesivamente igual todos sus recursos, deja de premiar la iniciativa privada por lo que se reduce la generación privada de riqueza. Con igualdad absoluta, decrece la motivación y decrece la riqueza. Todos iguales, pero todos pobres.
Un modelo teórico de capitalismo radical hará que, a la larga, la mayoría de los recursos queden en manos de quienes producen más riqueza. Los críticos con el capitalismo suelen señalar que el reparto excesivamente desigual de la riqueza genera inestabilidad social.
2. EL COEFICIENTE DE GINI. http://es.wikipedia.org/wiki/Coeficiente_de_Gini
El coeficiente de Gini muestra qué nivel de desigualdad tiene el reparto de recursos disponibles en una sociedad. Va de 0 a 1.
Coeficiente Gini = 0; Todos los recursos están repartidos por igual. No se incentiva en absoluto la generación privada de riqueza.
Coeficiente Gini = 1; Todos los recursos están en manos de 1 persona. El resto de personas quedan sin recursos, lo que genera inestabilidad social y exclusión.
El Coeficiente de Gini de cada país se puede encontrar en:
http://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Pa%C3%ADses_por_igualdad_de_ingreso
3. PROPUESTA DE MODELO ORIENTADO A DESIGUALDAD ACEPTABLE.
La sociedad debe elegir un nivel de desigualdad aceptable en el que SÍ se prime la iniciativa (que haya premio a quien crea riqueza) pero NO se alcance la inestabilidad social.
Se establece una línea que irá desde Coef. Gini = 0 a Coef. Gini = 1; en la que se señalará el mínimo y el máximo de desigualdad considerados aceptables, dando lugar a 3 tramos:
Tramo 1, de 0 a X; demasiada igualdad.
Tramo 2, de X a Y; igualdad aceptable.
Tramo 3, de Y a 1; demasiada desigualdad.
Cuando una sociedad tenga un Coef. Gini Y, deberán adoptarse medidas redistributivas de la riqueza, hasta volver a una desigualdad aceptable.
4. RELACIÓN ENTRE DIVIDENDOS Y SALARIOS.
Todas las empresas deberán publicar anualmente la relación entre dividendos y salarios que distribuye (dividendos/salarios). Para este cálculo no se considerarán los salarios que excedan de 10.000 euros mensuales.
El impuesto sobre el beneficios de cada empresa deberá ir indexado al resultado de dicho ratio. Dicho ratio también deberá ser publicado en los productos y servicios que dicha empresa ofrezca al mercado.
Eduardo, dices que los productos españoles están perdiendo atractivo en la UE pero todos los datos oficiales indican que las exportaciones están aumentando. ¿Cómo compaginar esto?
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