El pasado sábado me dedicaron un post en el conocido blog de economía y finanzas “Gurusblog” en el que se le daba respuesta a mis tesis sobre dinero e inflación. Aunque, para ser exactos, la respuesta se le ha dado a lo que el autor cree que son mis tesis, porque desgraciadamente no ha entendido bien mi postura y ha supuesto demasiadas cosas que yo nunca he dicho ni sugerido. A pesar de todo agradezco mucho que se haya tomado la molestia de informarse y redactar un artículo sobre lo que yo opino, aunque desearía que no hubiese caído tan fácil en la falacia del hombre de paja. Con la idea de deshacer malentendidos y enriquecer el debate al respecto escribo este artículo.
Lamentablemente ya en el segundo párrafo el autor resume mi tesis erróneamente, poniendo en mi boca cosas que yo jamás he dicho ni diré. El párrafo dice: “Eduardo ha desarrollado la tesis, y la podéis leer aquí, según la cual la creación de dinero no provoca inflación”. Invito a su autor y a cualquier persona a que busquen en cualquiera de mis escritos o ponencias esa afirmación; aunque les adelanto el resultado: no la encontrarán. En realidad lo que yo siempre he dicho y sostengo es que la creación de dinero no tiene por qué provocar inflación. Es decir, que en algunas ocasiones crear dinero no provocará inflación, y en otras sí. Que ocurra o no dependerá de muchos motivos, de entre los cuales el más importante es el nivel de capacidad utilizada de la economía con respecto al nivel de capacidad instalada: mientras haya infrautilización de la capacidad existente (parados, maquinaria inutilizada, recursos ociosos, etc) la creación de dinero no provocará inflación sino que estimulará la actividad económica. Así lo traté de explicar de una forma muy sucinta en este artículo, y de forma más desarrollada en esta serie de artículos que aún no ha sido publicada en su totalidad. Lamento que el autor haya resumido de esta forma tan desafortunada y errónea mi tesis.
A continuación, el autor explica su visión sobre los factores que explican las hiperinflaciones (periodos en los que la inflación es galopante). Lo cierto es que me ha sorprendido ver que, aunque utilicemos marcos analíticos muy diferentes, estamos parcialmente de acuerdo en las conclusiones: crear dinero por sí solo no produce hiperinflación, así como que todas las hiperinflaciones vienen precedidas por caídas de la producción derivadas de algún importante acontecimiento negativo (crisis, sequía, guerras, etc). No obstante, él sostiene que el razonamiento que ofrece sirve para desmontar dos afirmaciones que lancé por Twitter, cuando en absoluto es así. Lo que ocurre es que el autor, a partir de los dos tuits que lancé (280 caracteres), ha construido con bastante imaginación una argumentación que cree que yo sostengo, cuando en realidad está equivocado. De nuevo supone más de la cuenta. Sinceramente estamos hablando de una importante falta de rigor que espero lo tenga en cuenta en posteriores ocasiones.
En los tuits decía lo siguiente: “Un Estado que tiene soberanía monetaria (emite la moneda que utiliza) no necesita recaudar impuestos para poder gastar” y “Un Estado con soberanía monetaria jamás puede quedarse sin dinero, por lo que, si se lo propone, jamás puede quebrar”. Dos afirmaciones absolutamente ciertas e impecables. Otra cosa es que el autor haya imaginado demasiado de esos 280 caracteres y haya elaborado una respuesta a un edificio argumental que tiene él en la cabeza, pero no yo.
Desde 1971 ningún Estado tiene que respaldar su dinero con ningún tipo de activo como el oro u otra moneda, por lo que los Estados que tienen su propia moneda pueden crear todo el dinero que quieran, sin ningún tipo de límite. Ojo, que puedan crear todo el dinero que se propongan no quiere decir que eso no tenga consecuencias. Pero yo no me estoy metiendo en eso, en mi afirmación me limito a constatar que los Estados soberanos no tienen límites a la hora de crear dinero. Y que, precisamente por eso, no necesitan recaudar impuestos para poder gastar como la gente suele creer erróneamente. Dos afirmaciones que no se pueden desmontar, porque son absolutamente ciertas. Tanto como que dos más dos son cuatro. Otra cosa es que luego alguien diga que es más alto el número seis que el número cuatro, y que por lo tanto yo estoy diciendo tonterías porque él solito se ha imaginado que mi objetivo es encontrar el número más alto, cuando en realidad lo único que habría dicho es que dos y dos suman cuatro.
Esto es lo que hace el autor del citado artículo cuando se pone a hablar de hiperinflaciones, como si yo estuviese proponiendo crear dinero ilimitadamente o como si yo hubiese propuesto suprimir los impuestos y financiar todo el gasto con creación de dinero (como supone sin ningún sentido el autor en un momento del artículo). El asunto es muy sencillo: aunque se provocara una hiperinflación por crear mucho dinero (cosa que, insisto, no ha ocurrido nunca), mis afirmaciones seguirían siendo ciertas: el Estado soberano jamás podría quedarse sin dinero porque tiene la capacidad de crear todo el que sea. La inflación podría ser del 1.000.000.000% y el Estado seguiría sin limitaciones para crear dinero, ergo sin necesidad de recaudar dinero para gastar. No confundamos churras con merinas: tener capacidad para crear dinero ilimitado es una cosa, y otra diferente que si eso se hace sin medida tenga determinadas consecuencias. Seamos rigurosos.
Lo mismo con lo de no necesitar impuestos: que no se necesite recaudar impuestos para gastar no quiere decir que haya que abolir los impuestos, eso es algo que supone el autor pero que yo jamás he propuesto. De hecho, si conociese mejor los postulados de la Teoría Monetaria Moderna, sabría que nosotros sostenemos que el factor nuclear que da confianza a una moneda es precisamente que la gente está obligada a conseguirla para pagar impuestos, por lo que los impuestos son necesarios, pero no para poder gastar sino para darle valor a la moneda (por cierto, también para distribuir renta, desincentivar determinadas prácticas, y drenar dinero de la economía). Insisto: presuponer de mi frase que yo sugiero eliminar los impuestos es un sinsentido carente de todo rigor y fundamento.
Por otro lado, el autor tiene un esquema mental que no comparto porque lo considero erróneo para entender los fenómenos económicos. En primer lugar, no me parece serio denominar “imprimir” al proceso de creación de dinero. El dinero se crea a través de anotaciones contables mediante un teclado informático, y sólo se crean monedas y billetes en un pequeño porcentaje, por no hablar de que las monedas no se imprimen. Se estima que sólo el 3% de todo el dinero que existe en el mundo es físico (monedas y billetes).
En segundo lugar, el autor habla de la posibilidad de “monetizar déficits públicos”, cuando eso no es una posibilidad sino que es una inevitabilidad: todos los países “monetizan” sus déficits públicos, incluidos los que no tienen soberanía monetaria, en el sentido que todo déficit público supone la creación de nuevo dinero. Cuando un Estado gasta más de lo que ingresa aumenta la cantidad de activos financieros en la economía, incluso aunque el Estado en cuestión emita bonos por el mismo valor. Lo explico con más detalle aquí, pero básicamente lo que ocurre cuando se registra déficit público es que el Estado inyecta más dinero en la economía del que detrae de la misma. Aunque emita un bono público, el acreedor de ese bono no habrá visto disminuir su ahorro, sino que simplemente lo tendrá en otra forma (en forma de bono en vez de en dinero), mientras que el gasto público correspondiente incrementará el dinero del sector privado. El acreedor mantiene su ahorro, y el beneficiario del gasto público también: incremento neto de activos financieros en el sector privado. Todo euro de déficit público es un euro que incrementa el ahorro privado, y no al revés como erróneamente se piensa.
Por otro lado, el autor utiliza en su argumentación la famosa identidad contable MV = PQ, pero su análisis no tiene en cuenta que el dinero no es neutral: cuando creas dinero (aumentas M) y capacidad de la economía está infrautilizada, también aumenta la producción (Q). Recuérdese que el principal problema de las empresas y autónomos es que no tienen suficientes clientes, si se creara dinero y la gente receptora de este dinero comprase productos de esas empresas, la producción aumentaría (sin incremento de la inflación). Lo explico con algo más de detalle aquí.
Además, el autor cree que la Expansión Cuantitativa no ha producido inflación en la economía real porque la velocidad del dinero no ha aumentado, vinculando este hecho a una cuestión demográfica. Pero en realidad el asunto es diferente y mucho más sencillo: el dinero creado por los bancos centrales a través de la Expansión Cuantitativa y que es entregado principalmente a entidades financieras no está llegando apenas a la economía real, simplemente porque a los bancos no les sale rentable dar créditos a familias y empresas en un contexto de estancamiento económico y elevado endeudamiento privado. El dinero creado se queda así fundamentalmente en el circuito financiero y por eso sólo provoca inflación en los activos financieros, no en la economía real donde no llega. En este artículo desarrollo esta idea.
Por último, creo que es un error considerar la confianza como el elemento central que explica los procesos inflacionarios. La confianza es un aspecto importante, pero no es el único ni mucho menos el importante. La inflación es el incremento de los precios, y los precios los establecen los vendedores. Ergo el elemento central es ése, no la confianza. La confianza, además, sólo es importante cuando el proceso inflacionario es importante, no antes de que se produzca. En sí mismo, la pérdida de la confianza en la moneda no provoca inflación, lo que hace en todo caso es acentuarla cuando ésta ya existe y es preocupante. Pero cuando no hay una inflación notable, ningún vendedor piensa en la confianza de su moneda cuando establece los precios; le preocupan otro tipo de cosas mucho más palpables y acuciantes.
Respuesta a Gurusblog sobre su artículo de creación de dinero e inflación,
Eduardo, gracias por la respuesta. El debate es muy interesante. Aunque no compartamos completamente el mismo punto de vista.
Estoy de acuerdo en tu afirmación: Imprimir (y permíteme que utilice imprimir porque es un término que todo el mundo entiende lo que significa aunque no sea técnicamente correcto) «no» tiene porque provocar inflación. Efectivamente no tiene porque provocarla, La puntualización, del no tiene porque, es importante.
Sin embargo yo entiendo que en un entorno de dinero fiat, imprimir por encima de ciertos niveles si provoca inflación he incluso hiperinflación y no es tanto un problema de fijación de precios por parte de los vendedores, algo que se podría «controlar» con fijación de precios incluso por parte del Gobierno (de hecho recientemente en Venezuela o Argentina lo han tratado de aplicar) pero, aunque a nivel teórico puede ser impecable a nivel real provoca otras distorsiones.
Para mi lo que provoca hiperinflación es claramente la pérdida de confianza en el valor fiat asignado a una divisa que dispara la velocidad del dinero. Ciertamente podemos entrar en un debate del estilo que es primero el huevo o la gallina.
Conceptualmente las dos afirmaciones de tus tuits son correctas a nivel puramente teórico pero llevadas a nivel práctico son imposibles de aplicar sin destruir el valor asignado a la divisa. Lo que provocará que te quedes sin reservas de divisas duras, y el resultado será desabastecimiento y alta inflación. Al menos así lo entiendo yo.
Y entramos en el tema interesante. El de porque el dinero emitido por el BCE no está llegando a la economía real. Es cierto lo que afirmas, el dinero impreso no está llegando a la economía real ya que el grueso se está quedando en el circuito financiero provocando una inflación de activos. En un primera fase esto ha sucedido porque efectivamente a las entidades financieras les era más rentable invertir en activos que prestar. Esto sin embargo ya no es así, el BCE está reprimiendo las rentabilidades de los activos y sin embargo sigue sin incrementarse la velocidad del dinero o gran parte de ese flujo sigue sin llegar a la economía real.
¿Motivos? Son variados. Entre ellos:
1) España en particular tuvimos una década de bonanza y crecimiento económico impulsado por cuestiones demográficas que será complicado de replicar, lo mismo sucede en otros países del Europa o sucedió en Japón hace 30 años o está sucediendo ahora en China donde están viendo cómo su masa laboral se está reduciendo por cuestiones demográficas. Este fenómeno te puede estar provocando un tuvieras una capacidad productiva por la que ahora ya no tienes demanda.
2) En España tienes al sector privado con unos niveles de endeudamiento muy elevados (de los más altos a nivel mundial) y con gran parte de ese endeudamiento ligado a una inversión que ha quedado enterrada y que era el ladrillo. Hasta que no desapalanques esa deuda a ciertos niveles razonables es complicado aumente la velocidad del dinero. En parte estos años nos hemos dedicado a generar déficits públicos para substituir deuda privada por deuda pública. (podemos discutir si puestos a substituir deuda se ha substituido de forma correcta o socialmente justa, para mi claramente no).
Es decir en estos momentos por mucho que estimules monetariamente, no está logrando generar demanda que te permita volver a utilizar la capacidad infrautilizada.
Bueno quizás nos estamos desviando un poco del tema pero creo que merece la pena relfexionar entre todos como damos con las teclas que nos permitan mejorar la situación económica en nuestro país.
Intento responderte con un poco más de detalle durante la semana.
Gurublog, señalas que:
«Sin embargo yo entiendo que en un entorno de dinero fiat, imprimir por encima de ciertos niveles si provoca inflación he incluso hiperinflación y no es tanto un problema de fijación de precios por parte de los vendedores, algo que se podría “controlar” con fijación de precios incluso por parte del Gobierno (de hecho recientemente en Venezuela o Argentina lo han tratado de aplicar) pero, aunque a nivel teórico puede ser impecable a nivel real provoca otras distorsiones.
Para mi lo que provoca hiperinflación es claramente la pérdida de confianza en el valor fiat asignado a una divisa que dispara la velocidad del dinero.»
La cuestión es de qué niveles estamos hablando y cómo establecemos el grado de confianza en una divisa con respecto a la masa monetaria, por no hablar de cómo se establece esta confianza y en base a qué otros factores.. En principio, lo que señalas me parece plausible, pero como fórmula técnica me parece poco precisa en términos causales.
[…] Respuesta a Gurusblog sobre su artículo de creación de dinero e inflación | Eduardo Garzón […]
El artículo es impecable, Eduardo. He tratado de leerlo separando en mi cabeza un tesoro y un banco central controlado por él, y las tesis de sostienen. Porque lo que estás usando son identidades, no ecuaciones empíricas.
El único punto en el que cabe discusión es el el terreno de las hipótesis: ¿qué es soberanía monetaria y cómo se consigue?.
Para tener soberanía monetaria, un estado necesita recaudar impuestos en esa moneda, como bien dices, y el pago de esos impuestos está garantizado mediante en monopolio de la violencia por parte del estado. Esto funcionaria perfectamente en una economía cerrada o en el caso de que un país pudiera imponer el monopolio de la violencia en todo el mundo, como es el caso de USA.
Sin embargo, para un país violencia-aceptante a nivel mundial, es necesario comprar bienes en otros países que no tienen por qué querer esa moneda. Si yo, estado, necesito petróleo, ese país no necesita mi moneda para pagar impuestos, por lo que puede que me lo venda en otra moneda… Y para conseguirla, tengo que convencer a extranjeros de que mi moneda va a serle útil.
Si yo «imprimo» moneda sin límites, podría ser que nadie me quiera vender esos bienes extranjeros o que se dispare mi tipo de cambio. Es mediante esta vida, como se puede generar la inflación. Porque en este caso no son vendedores del país los que ponen el precio (en ese caso, tal y como dices, ese precio podría regularse), sino que son extranjeros que no se sienten «impuestos»por nosotros.
Tu tesis sí podría funcionar en un país con mucho petróleo, como es Venezuela. Y de hecho funcionó durante mucho tiempo, pero últimamente han fallado dos cosas:
-)Venezuela sigue teniendo que importar bienes del extranjero que no se «fían» de su moneda
-)Venezuela no está siendo capaz de imponer (en el estricto sentido de la palabra imponer-impuesto) el monopolio de la violencia en todo su territorio, de manera que los propios venezolanos rechazan su propia moneda en favor de una moneda extranjera, como el dólar, con todas las consecuencias que eso tiene. Así, el productor nacional prefiere retener la mercancía y venderla en el mercado negro donde puede conseguir dólares o incluso muchos más bolivares, que llevarla a los supermercados estatales.
[…] Saque de Esquina […]
Impecable, sólo un añadido, la creación de dinero por la banca privada en función del multiplicador de la base monetaria, y como corolario….no podría igualmente crear inflación el sistema financiero privado?
[…] Fuente: http://eduardogarzon.net/respuesta-a-gurusblog-sobre-su-articulo-de-creacion-de-dinero-e-inflacion/ […]
Todas las autoridades monetarias planifican la oferta monetaria futura en función de previsones económicas, por ejemplo, si se estima un crecimiento de la renta real de un 3%, un incremento del dinero en circulación de la misma magnitud no crearía inflación (miremos la ecuación del dinero como identidad y no como teoría cuantitativa). Entonces, ¿qué impediría que esa inyección de liquidez se operara mediante gasto público financiado con dinero de nueva creación, es decir, monetizando déficit, y sin tensiones inflacionistas? En realidad la cuestión es política y de interés contradictorios de clases sociales y no técnica, pues la prohibición del Tratado de Maastricht de financiar al sector público, desvía esa misma financiación pore el sistema fimanciero privado para acabar también en manos públicas facilitando el negocio de intermediación privado. Así que agitar el fantasma de la inflación promovida por la monetización del défict público no pasa de lo que Marx llamaba mixtificación de las relaciones sociales, tan propia de la Economía burguesa.
[…] La inflación se basa un incremento sostenido en el nivel general de precios, es decir, una subida del precio representativo de una economía entre dos períodos determinados. Este concepto, aparentemente tan simple llena de controversias por su origen real. Y es que para algunos economistas, entre ellos Eduardo Garzón, asesor del Área de Economía y Hacienda en el Ayuntamiento de Madrid y defensor de la Teoría Monetaria Moderna (TMM), no hay una vinculación directa entre crear dinero y que consecuentemente aparezca la inflación. De hecho en su blog sostiene lo siguiente: […]
[…] La inflación se basa un incremento sostenido en el nivel general de precios, es decir, una subida del precio representativo de una economía entre dos períodos determinados. Este concepto, aparentemente tan simple llena de controversias por su origen real. Y es que para algunos economistas, entre ellos Eduardo Garzón, asesor del Área de Economía y Hacienda en el Ayuntamiento de Madrid y defensor de la Teoría Monetaria Moderna (TMM), no hay una vinculación directa entre crear dinero y que consecuentemente aparezca la inflación. De hecho en su blog sostiene lo siguiente: […]